Itá pueblo de indios 1537 – 1848

El estudio que presenta aquí Aldo Cabrera Jones, es un trabajo pionero que no defraudará a un lector interesado en conocer en profundidad y con rigor científico la Historia del pueblo indio de Itá. Es un fresco impecable de nuestra historia social en un ámbito local, muy bien documentado y presentado en toda su crudeza, donde hasta la antropofagia ritual o con ánimo de sometimiento, la tortura como práctica sistemática, la saca, rapto o secuestro de las mujeres, las rancheadas, pasando por la generalizada poligamia, el cuñadazgo para establecer alianzas políticas, el valor de la oratoria para obtener liderazgos, el mito del monoteísmo guaraní o la influencia de la religión, así como la institución de la encomienda y la obligación de formar pueblos de indios como el de Itá, son tratados y descritos con el mayor rigor documental. Este rigor nos ayudará mucho a profundizar en las causas de la notable persistencia de las “relaciones coloniales internas” entre las diferentes tribus o grupos poblacionales que integran hoy nuestro país, formas que aún se observan de manera cotidiana en la actualidad, a veces hirientes y trágicas, por más que intenten ocultarlas la actuación de políticos corruptos o de fiscales y jueces prevaricadores. El Paraguay del S. XXI deberá definitivamente abolir estas formas indignas de relacionarse entre tribus o grupos humanos hoy hermanos, si queremos transformarnos en un estado moderno o postmoderno. La tarea de recuperación de la memoria histórica de nuestros pueblos que aborda el autor en este trabajo, nos muestra una historia “con más sombras que luces”. Debe ser también una tarea de todos revelarla, explicarla y darle luz; una tarea colectiva de todas nuestras tribus nativas que así se autodefinan y que hoy resultan hermanadas con muchas de las demás tribus de la tierra. El autor nos presenta la historia de sus individuos, de sus “roles… sus clases sociales, sus sufrimientos, castigos, rebeldías y resignación”, la historia de sus resistencias a la opresión o a los intentos de fragmentación a que fueron sometidos. Esta es también nuestra historia colectiva, nuestra “historia del grupo o de la tribu”. Constituyen “las pisadas de innumerables vidas que nos precedieron” y que hemos recibido en herencia, con la obligación moral de honrarlas. (Carlos Pastore Olmedo)