Káso chemombe´u (que los oí o los viví)

Los cuentos que componen este libro –porque eso son: cuentos; cuentos de casos, si se quiere– parten de los tape po’i, los ceñidos caminos campesinos, para internarse en contemporáneos trayectos clasemedieros y aun indígenas. No se trata de un itinerario lineal, sino de un caracoleo que hace desandar los pasos y regresar a menudo al punto de partida; un lugar que nunca indicará un origen estable, sino una referencia de la memoria (temblorosa como cualquier imagen que hace crecer el recuerdo). En los relatos aparecen figuras propias del teko, “el modo propio de ser”, la cultura tradicional del Paraguay, pero también se muestran las sombras demasiado largas de la dictadura, las muchas formas de la desigualdad social, la incertidumbre de un futuro que no ofrece pistas alentadoras. Por eso, los káso que integran este libro, aunque recurren con libertad al humor y manejan con gracia la ironía, trasuntan siempre un cierto aire sombrío: el tono melancólico de quien escuchó demasiadas historias ocurridas, en los hechos o en la imaginación, y sabe que por detrás de la anécdota jocosa o la pura fantasía, yacen las hondas verdades del teko. E intuye que ellas no dejan hoy mucho espacio a la esperanza. (Ticio Escobar).