La prisionera ][ Ña Celestina

En este libro, Alain Saint-Saëns nos presenta el retrato de dos mujeres muy diferentes pero sí, representativas de la sociedad diversa en donde viven. La una, Teresa, joven abogada, hija de un Senador de la Nación influyente, es raptada y secuestrada por terroristas quienes se pretenden revolucionarios al servicio del Pueblo. La prisionera, drama gráfico y realista muy atrapante, ejemplifica la lucha de la luz, fuente de vida en contra del mundo de las tinieblas, territorio de la muerte. Es también una reflexión alegórica sobre la Pasión de Cristo que Teresa acepta emular en su aislamiento forzado a través de su diálogo con Dios, los suyos y consigo misma. Más allá, La prisionera es una denuncia dura y virulenta del abuso a la mujer paraguaya, desde las violaciones repetidas de las asuncenas por soldados brasileños durante la ocupación de Asunción de 1870 à 1878, el secuestro de María Edith de Debernardi en 2001, el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas en 2005, hasta el feminicidio casi cotidiano estos últimos años de mujeres paraguayas, víctimas impotentes de parejas machistas.
La otra, Ña Celestina, está muy lejos de vivir en las zonas lujosas y privilegiadas de Asunción. Su mundo es una carpa precaria en el cruce de la Avenida de Perú con la Avenida Mariscal López. Salió de la Chacarita, el barrio más emblemático de la pobreza paraguaya, donde su Mamá le capacitó para ejercer el oficio de prostituta con diputados y senadores. Sus relaciones con las autoridades muestran su habilidad para manipular a la gente. Personifica a la mujer paraguaya pobre, quien abusa del sistema cuando puede, respeta sus propias leyes más que la Ley, vive de un día al otro. Sobrevivir y cuando sea posible, tomar ventaja de la situación. La obra, Ña Celestina, es fascinante por la astucia y picardía que revela. De cierta manera, la heroína percibe su vida como la Pasión de la mujer perdida, ciertamente capaz de ganarse el Paraíso si la oportunidad se presenta. Es mala y encantadora a la vez. Como Teresa, es muy orgullosa de ser paraguaya. Espejo de mujeres extraordinarias pero muy reales, este libro nos enseña en primer lugar quiénes somos. (Lourdes Ríos González)