Llega el circo con su dialéctica y nos hace payasos a todos

Te dejo mi nuevo libro. Hablo del circo. Fuimos felices hace mucho tiempo y nos reíamos de tanta cosa y también del circo. No me reproches, no quiero nublar tu día, no deseo traerte la noche. Te advierto, sin embargo, que el circo, como le veíamos, dejó de existir. Ya no se instala en las afueras, ya no busca la alegría por la risa irresponsable. Hoy, hacemos parte del circo aunque no nos demos cuenta de ello. Somos números del espectáculo circense. Pagamos un precio silencioso por este actuar ciudadano. Y estamos perdiendo, me temo que para siempre, todo intento posible de felicidad. Pido que leas lo que escribo. Por nosotros.